Presidente Maduro visitó a Leopoldo López en su celda

Por: Pepito Pechugón

Esta madrugada el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Morón, visitó al prisionero opositor Leopoldo López en su celda. Vistiendo su acostumbrada chaqueta tricolor, con un termo lleno de café caliente en su mano derecha y un paquete de finos tabacos cubanos, Maduro se presentó ante los guardias que custodian la entrada de la cárcel; después de presentar la boleta expedida por el fiscal para permitir el ingreso a la prisión y someterse a una minuciosa requisa por parte de los guardias, el presidente ingresó hasta el interior de la prisión, en busca de la celda de Leopoldo.

Solo se permitió el ingreso del reportero de El Pericongo, quien fue testigo del emocionante encuentro, mientras los reporteros de Venezolana de Televisión y Telesur, protestaron por no poder entrar. 

"¡Epa presidente! ¡Pero que sorpresa!" Atinó a decir Leopoldo López. "Hola chamo Leopoldo, cómo te encuentras," contestó Maduro. Luego el presidente se sentó en la única silla metálica, mientras López lo hizo en la pequeña cama.

"Te traje café, chamo; me perdonarás que viene sin leche, pero tu sabes, por estos días no se consigue ese producto en el mercado." Manifestó Maduro mientras alcanzó el termo al preso. "Y también te traje estos tabacos cubanos que me envía Fidel, pero como yo no fumo, entonces los regalo." Volvió a decir Nicolás alcanzando la caja de habanos. "Tu debes necesitarlos chamo, porque dicen que en prisión la gente se pone muy ansiosa." Manifestó Maduro nuevamente. 

Con su mirada fría, Maduro escudriñó alrededor de la pequeña celda, observando sobre una mesita metálica varios ejemplares de El Universal, El Nacional, y La Hojilla; también miró dos libros: "Cómo Suprimir la Preocupación," y "La Culpa es de la Vaca," lo mismo que una novena de San Judas Tadéo. Leopoldo se levantó de la cama, y con la hiperactividad que lo caracteriza, destapó el termo y bebió un sorbo de café. 

Maduro se levantó de su silla y observando a Leopoldo dijo: "Hoye chamo, si de mí dependiera, yo te sacaría de aquí, pero tu sabes, la Constitución Bolivariana define muy bien los tres poderes, y el ejecutivo no puede interferir en el judicial, ni en el legislativo, porque eso sería violar los preceptos de Bolívar y del comandante Chávez." 

Finalmente Nicolás Maduro sacó una pequeña estampa de Hugo Chávez de uno de los bolsillos de su chaqueta y la puso en las manos de Leopoldo López, diciendo: "mira chamo, pídele con mucha fe al espíritu del Comandante Chávez, para que te libere pronto; es muy milagroso, ¿sabes? A mí se me presentó en forma de pajarito."