En una salida cuestionada por algunos políticos y sectores sociales del país, mientras pronunciaba un discurso durante el velorio de un comerciante de moto-sierras, Cabal dijo: "no tienen güevas estos oficiales de ahora. Están cagaos de la risa recibiendo mermelada del maricón Santos, a cambio de arrodillarse y besar las güevas de "Timochenko," y los demás terroristas de las farc. Son unos cobardes, unos traidores a nuestro líder supremo, el fürer Álvaro Uribe Vélez, un hombre que le sobran cojónes, y los tiene bien puestos para seguir en esta lucha."
Luego la parlamentaria en un arrebato de ira, se bajó del taburete donde estaba trepada y la emprendió contra sus propios escoltas del Ejército, arañando los rostros de los soldados y dándoles golpes en la cabeza con su cartera de cuero de cocodrilo.
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