"En honor a la verdad, confieso que me quedó grande gobernar. Pensé que era más fácil y me puse a prometer muchas cosas y cuantiosas sumas de dinero que ahora no sé de dónde los sacaré." Continuó diciendo el mandatario y agregó: "Claro, yo reconozco que soy un buen orador, un buen político, que poseo una gran capacidad de convencimiento y que hablando seriamente, engañé al pueblo de mi Departamento. Ahora que me encuentro frente a este potro cerrero que es la gobernación, me doy cuenta que no hay dinero, y el gobierno nacional tampoco nos dará todo lo que hemos pedido."
Mientras acarició su negro bigote, dirigió su mirada incierta hacia el paisaje del parque Santander, Carlos Julio terminó diciendo: "A esto debo sumar la enorme presión de mis hermanos, pero especialmente de Cielito, para que otorgue jugosos contratos a su marido y sus amigos. Y eso no lo puedo hacer porque yo vine aquí fue por lo mío. Si no salgo rico de aquí, entonces a qué vine. Por eso quiero que el gobierno intervenga el Departamento del Huila, y administre todos los recursos, y me quiten un peso de encima. Así mi hermana y mi familia no me vuelven a joder la vida."
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